Soy Margarita Pita, psicóloga y psicoterapeuta con más de una década de experiencia acompañando procesos humanos en distintas partes del mundo.

A lo largo de mi camino me he especializado en trauma y procesos de transformación profunda, convirtiéndome en la primera Terapeuta Certificada en español de Compassionate Inquiry, el enfoque creado por el Dr. Gabor Maté, que integra ciencia, humanidad y una profunda conexión cuerpo-mente.

Mi trayectoria profesional se ha nutrido de trabajar con personas en contextos de gran vulnerabilidad: desde pacientes en oncología y cuidados paliativos, personas en situación de calle y abandono social, hasta mujeres atravesando momentos difíciles y niños en comunidades con recursos limitados en Houston (Texas). También acompaño procesos vitales significativos como el embarazo, el nacimiento y el morir digno, reflejando mi compromiso con todas las transiciones humanas.

En los últimos años, he formado parte de proyectos de integración de experiencias psicodélicas, siempre desde una mirada ética, segura y compasiva.

No llegué a ser psicóloga por casualidad. Mi propio camino comenzó mucho antes de estudiar la carrera: con mi propia historia, con mis heridas, con el peso de experiencias que no sabía cómo sostener. Desde muy pequeña entendí lo que significaba vivir en un cuerpo en alerta, cargar con responsabilidades que no me correspondían y sentir que la vida podía ser injusta. Buscar respuestas fue primero una necesidad personal, y después se convirtió en mi vocación.

Hoy acompaño a personas de todo el mundo en procesos de trauma, ansiedad, depresión, duelo, conflictos de apego y relaciones difíciles. En mis sesiones no encontrarás un protocolo rígido ni un manual, sino un espacio humano, real, donde el vínculo seguro y la ausencia de juicio son la base. Trabajo escuchando el lenguaje de tu cuerpo y el de tu historia, para ayudarte a liberar lo que te limita y reconectar con tu esencia.

Creo en lo crudo, en lo auténtico. Creo en sentarnos frente a frente, sin máscaras, para mirar lo que duele, lo que pesa y lo que también quiere nacer. Mi trabajo no es arreglarte, porque no estás roto, sino acompañarte a volver a ti mismo, a ti misma con más verdad, más libertad y más amor propio, del de verdad. Creo profundamente en que todos poseemos una capacidad innata para sanar y que el cuerpo guarda la memoria y las claves de esa transformación.